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Credo
(90 años de amor, humor y esperanza)
José Mª Díez Alegría
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Creo
que Dios es nuestro Padre y que estamos en manos de Dios.
Sabemos, que Dios no tiene manos,
pero nosotras y nosotros estamos en manos de Dios.
Así aparece lo paradójico y misterioso de nuestra esperanza.
Soy consciente
del peso del mal en el mundo y en la historia,
De que no tengo respuesta para este enigma.
Soy consciente del silencio de Dios, de la impotencia de Dios
ante la opresión de los pobres y el dolor de los inocentes.
Creo, sin
embargo, que estamos en manos de Dios, que su amor nos envuelve,
Que están en nosotras y en nosotros y que está con nosotras y con nosotros.
Tengo
confianza en Él a pesar de todo y por encima de todo, en la vida y en la
muerte.
Es una esperanza por encima de toda desesperanza.
Creo en Jesús,
el Hijo de Dios, que dio su vida
Por ser fiel al anuncio del Reino de Dios,
Por propugnar la liberación de los pobres y oprimidos,
Por oponerse al egoísmo, la injusticia y la explotación.
Los hombres lo
mataron, pero Dios lo resucitó. Le dio la razón.
Él es la verdad y Dios está con Él.
Creo en el Espíritu
de Dios.
Creo que el ser humano no está totalmente condicionado
Por los determinismos y las estructuras y que hay un espacio de libertad
creadora.
Creo que el
Espíritu de Dios puede actuar en el corazón de hombres y mujeres.
Creo que necesitamos la ayuda del Espíritu y que el Espíritu puede venir a
nosotros.
Puede venir siempre, puede venir de nuevo, puede venir más,
Y tiene sentido invocarlo para que venga a nosotros y esté con nosotros.
Creo que si
vivimos, vivimos para Jesús, el Señor,
y si morimos, morimos para el Señor.
Que en la vida y en la muerte somos del Señor.
Creo que estoy
unido con todos los hermanos y hermanas del aquí y del allí,
Y que en el Señor nos hemos de encontrar un día.
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