+ ISSN 1576-9925
+
Edita: Ciberiglesia
+ Equipo humano
+ Cómo publicar
+ Escríbenos
+ Suscríbete
+ Apóyanos



Arte - Nº 7 - Diciembre 2004

  "En esto
   conocerán
   todos que sois
   mis discípulos,
   en que os amáis
   unos a otros."

          
Juan 13, 35

Imágenes tristes, iconos vivos:
una mirada de esperanza

Anna-Bel Carbonell

 


«
Si cuando miramos una persona no vemos en ella belleza, no la podremos ayudar. (...) Cada uno de nosotros está hecho a imagen de Dios, y cada uno de nosotros es como un icono deteriorado. Pero si nos dan un icono deteriorado por el tiempo; deteriorado por las circunstancias o profanado por el odio humano, lo trataremos con reverencia, con ternura, con humanidad.» A. Bloom, monje ortodoxo.

Los últimos acontecimientos se han grabado en muchas de nuestras retinas, en muchos de nuestros corazones, nos han desvelado antiguas imágenes. Imágenes de mujeres, ancianos, niños, jóvenes, hombres... que desolados, tal vez sin entender nada, sin saber demasiado, imploraban ser vistos como seres amados, como personas con identidad propia. Si me permitís el atrevimiento, diría que son los nuevos iconos, las nuevas imágenes de los hijos de Dios. Como decía Basilio el Grande, «Lo que el Verbo nos participa a través del oído, la pintura nos lo revela en silencio a través de la imagen».

El Verbo, la Palabra que apela a nuestro oído, a nuestro buen saber escuchar. Discursos preparados, demagogias improvisadas, palabras vanas, el ruido de los misiles y de los disparos, los gritos de las gentes ante el horror y la barbarie de las bombas racimo, ante el dolor de la tortura... La Imagen, las imágenes, fotografías a color o en blanco y negro que no esconden lo que sienten sus protagonistas (como las fotografías que ofrece la cadena http://www.aljazira.it), que revelan lo que están viviendo, sintiendo, fotografías respetuosas y bellas que no esconden la verdad, nuevos iconos vivos; seres que sufren en éste como en todos los enfrentamientos bélicos, que sufren en silencio porque el grito de la incomprensión y el dolor ya no son grito, y la palabra ya no puede mediar. Carteles de denuncia, diseñadores gráficos que idean imágenes antibélicas entre la palabra y el dibujo (las páginas estadounidenses http://www.waketheworld.org, http://www.anotherposterforpeace.com, entre muchas otras que han alzado su voz), todos, nuevas formas de expresión. 

La imagen más triste. Una mujer ataviada con una túnica, bajando de un camión con su hijo en brazos, y que se convertirá en la primera refugiada de una nueva guerra, de cualquiera de las muchas guerras. La mirada perdida en el infinito, triste, asustada, implorante e interrogante. En sus brazos un niño, protegiéndolo, transmitiéndole un halo de ternura.

Un icono. La Virgen de Vladimir (http://www.artehistoria.com/frames.htm
?http://www.artehistoria.com/historia/obras/9263.htm
), pintura anónima, del siglo XII, imagen popular, conocida como del tipo «elousa», es decir la Virgen de la Ternura. Sus ojos melancólicos, llenos de añoranza, expresando la tristeza del mundo. Una de las primeras representaciones de María como una madre humana. La imagen de la compasión. En  http://www.archimadrid.es/vocaciones/secciones/cateque/
vladimir/virgen.htm
nos facilitan un texto de H. J.M. Nouwen, extraído de uno de sus más hermosos libros que nos aproximan a la oración a través de los Iconos.

Las imágenes. Un hombre corriendo desazonadamente de un lado para otro, con las manos ensangrentadas. Su casa derruida, ¿su familia? Entre los escombros. Grita, tal vez insulta, tal vez sus palabras, sus gestos, hieren a quienes menos culpa tienen, o tal vez todos tenemos nuestro grado de responsabilidad en todo conflicto, en toda muerte violenta. Desolación, crispación, silencio.

Otra escena, la congoja de un joven que relata ante miles de jóvenes, ante el Santo Padre en el encuentro con los jóvenes del fin de semana pasado en Madrid, cómo perdió a su hermano en un atentado terrorista.

Un icono. El Cristo Salvador de Zvenigrod, de Rublev (http://www.orthodoxworld.ru/spanish/icona/3/). Ver a Cristo es ver a Dios y a toda la humanidad. Un Icono que presenta una imagen muy estropeada. Nouwen, de nuevo, nos dice «... la cara de Cristo aparece en medio de un gran caos. Una cara triste y al mismo tiempo preciosa nos mira a través de las ruinas de nuestro mundo». Un icono maltrecho: la humanidad.

Ante todo misterio: silencio, contemplación, serenidad, plegaria. Ante los oficialmente llamados «daños colaterales», realmente convertidos en heridos y muertos, en huérfanos, en llantos de desesperación... clamor y de nuevo silencio, para no herir más. Los miles de víctimas se han convertido en los nuevos iconos.

El Icono no sólo es una representación de lo sagrado sino el mismo «sacrum». Las personas, todos los seres humanos, de cualquier credo, etnia, cultura, ideología... son dignas de ser amadas por todos, tienen derecho a la vida, a ser respetadas.

Pintar un Icono, escribirlo (como nos narran en http://www.terra.es/personal/joprisan/entornoalosiconos.htm, página muy interesante y detallada) pide una actitud de silencio contemplativo para conectar con Dios. Alejar la mirada y el alma de todo lo que nos impide acercarnos a Dios. El Icono es un testimonio de la verdad, es algo sagrado que no todos pueden pintar, se necesita un estado de gracia. A través del icono, Dios nos habla.

El Resucitado, Icono de alegría y esperanza, rescata de todas las tristezas, abre los callejones cerrados, rescata de las cárceles injustas. El Resucitado es la luz para mirar con esperanza los iconos maltrechos, y es la fuerza para restaurarlos.

Artículo publicado en SOI - Servicio de Observación sobre Internet - RIIAL - 
http://www.observatoriodigital.net 
BOLETÍN SEMANAL nº 220 delDel 9 al 15 de mayo de 2003
 


Volver al sumario del Nº 7          Volver a Principal de Discípulos


Principal | Eclesalia | Discípulos | Jesús | Oración | Acción | Orientación | Educación Música | Enlaces | Solidaridad | Recursos | Portadas | Escríbenos