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Humor - Nº 6 - Abril 2003

  "En esto
   conocerán
   todos que sois
   mis discípulos,
   en que os amáis
   unos a otros."

          
Juan 13, 35

El humorista Fernando Bernabé —NANO— nos envía estas viñetas sobre la guerra. Las queremos dar a conocer, además de algunas historias divertidas.

 

 

 

 

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Carta abierta dirigida
a una locutora de Radio  

Una historia real

Laura Schlessinger es una conocida locutora de radio de los Estados Unidos que tiene un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono.

Recientemente saltó la polémica, y más cuando se mezclan temas de religión y homosexualidad, donde cada persona interpreta lo que dice Dios y la Biblia de una manera distinta, cuando la presentadora atacó a los homosexuales.

Esta locutora ha dicho recientemente que la homosexualidad es una abominación, ya que así lo indica la Biblia en el Levítico, versículos 18:22, y por tanto no puede ser consentida bajo ninguna circunstancia. Lo que a continuación escribimos es una carta abierta dirigida a la Dra. Laura escrita por un residente en los Estados Unidos, que ha sido hecha pública en Internet (no tiene desperdicio):

"Querida Dra. Laura:

Gracias por dedicar tantos esfuerzos a educar a la gente en la Ley de Dios. Yo mismo he aprendido muchísimo de su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas con las que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito tan sólo a recordarle que el levítico, en sus versículos 18:22, establece claramente que la homosexualidad es una abominación. Punto final.

De todas formas, necesito algún consejo adicional de su parte respecto a algunas otras leyes bíblicas en concreto y cómo cumplirlas:

a) Cuando quemo un toro en el altar como sacrificio sé que emite un olor que es agradable para el Señor (Lev 1:9). El problema está en mis vecinos. Argumentan que el olor no es agradable para ellos. ¿Debería castigarlos? ¿Cómo?

b) Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como sanciona el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado?

c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su periodo de impureza menstrual (Lev 15:19-24). El problema que se me plantea es el siguiente: ¿cómo puedo saber si lo están o no? He intentado preguntarlo, pero bastantes mujeres se sienten ofendidas.

d) El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?

e) Tengo un vecino que insiste en trabajar en el Sabat. El Éxodo, 35:2, claramente establece que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo? ¿Me podría apañar usted este tema de alguna manera?

f) Un amigo mío mantiene que aunque comer marisco es una abominación (Lev 11:10), es una abominación menor que la homosexualidad. Yo no lo entiendo. ¿Podría usted aclararme este punto?

g) En el Levítico, 21:20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿Mi agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se puede relajar un poco esta condición?

h) La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo arreglado y bien cortado, incluso en la zona de las sienes a pesar de que esto está expresamente prohibido por el Levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?

i) Sé gracias al Levítico, 11:6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. Así y todo, ¿puedo continuar jugando al fútbol si me pongo guantes?

j) Mi tío tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico, 19:19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Él además se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Lev 24:10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Lev 20:14).

Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable."


Confesiones de una Biblia

Por Ulises (baucha21@hotmail.com)

http://www.armonia.cl/secc_renov/edicion_48/confesiones/confesiones.htm

Mi historia comenzó aquella mañana cuando me compraron en aquella librería. Todo iba bien entre mi dueño y yo. Me acuerdo que juntos tuvimos muchos días de estudio, pero un día no llegó a leerme y así pasaron las tardes, las noches y las semanas, hasta que supe la tragedia: él me había cambiado por una de esas Biblias "electro-computarizadas", que poseía mas de 10 versiones bíblicas diferentes, 45 atlas bíblicos, 20 diccionarios léxicos-gramaticales, 40 películas bíblicas en DVD y un viaje por los exponentes mas importantes de la teología cristiana, desde el Apóstol Pablo, hasta San Agustín, Lutero, Karl Barth y Marilyn Manson.

Después de estar varios meses polvorienta y olvidada, mi dueño volvió a encontrarme en un rincón del entretecho. Al parecer tenía unos problemas con una señora llamada "Dicom", su esposa lo dejó por el cartero, lo había mordido su perro, estaba endeudado del agua, la luz y del alcantarillado, entre otros.

Fue muy bueno encontrarnos nuevamente en esos lindos momentos de "lloración", pero cuando sus problemas nuevamente se arreglaron, no solo me olvidó, sino que me dejó botada en la banca de una iglesia en otra ciudad, hasta que un jovencito me encontró y me llevó a la casa. Fue ahí donde una señora me abrió en el Salmo 91 y me tuvo así por casi dos semanas, rodeada de hojas de ruda, laurel, parque y con unas imágenes de santitos. No creo que le haya protegido mucho, pues por culpa de las velas que tenía prendidas todos los días, se le incendió la habitación. Gracias a Dios no me quemé, pero de tanto estar abierta tengo un tirón entre Mateo y Marcos.

Al llegar a la iglesia de mi nuevo dueño, me di cuenta que muchos lucían unas apoteósicas Biblias de moda, tales como la "Biblia del Ministro", "la Biblia del diácono", "la Biblia de la quinceañera", "la Biblia del director de alabanza", " la Biblia de la prosperidad" y "la Biblia del líder rapero". Otros que se creían muy eruditos. Portaban en sus brazos versiones de la Biblia en hebreo, griego, latín, gerigonsio y una en "lenguas", para los más espirituales. Pero ninguna de ellas estaba arrugada ni subrayada. Al contrario, todas estaban nuevas.

Mis temores se hicieron realidad el domingo cuando el predicador más respetado de la congregación le tocó el turno de predicar. Al pararse frente al púlpito, cerró sus ojos, buscó al azar y cuando apuntó con su dedo una porción bíblica, abrió sus ojos y comenzó a leer la genealogía de Jesús. Al verse en el problema que estaba, trató de continuar con la predicación diciendo:

"Creo que el mensaje de hoy ha sido claro y como dice la Palabra en el libro de Géminis, estaba el Faraón sentado en su trono con la ´Reina Valera`, cuando vino el Apóstol Pedro y le dijo: Faraón, te voy a contar una parábola. Hubo una vez un hombre que tuvo dos hijos, el mayor se llamaba Caín , el menor se llamaba Abel. Caín tenía siete vacas gordas. Abel tenía siete vacas flacas y las siete vacas flacas se comieron a las gordas, fue ahí donde Caín contrató a unos bandoleros, los cuatro jinetes del Apocalipsis`, éstos aprovecharon la oportunidad cuando el hermano menor le pidió a su Padre la herencia que le correspondía y al salir por el camino, le asaltaron y golpearon. Una parte de este joven cayó al lado del camino, otra entre espinos y la última entre pedregales. Con lo que recogieron de él, llenaron 12 cestas. Entonces vinieron dos amigos de la victima, uno se llamaba José Smith, el otro Mahoma. Éstos vendieron todo lo que tenían y compraron "la Perla de gran Precio", la pusieron en la honda, se acercaron al gigante y le golpearon en la cabeza, entonces se la cortaron, la pusieron en una bandeja de plata , la llevaron a Herodes e hicieron una gran fiesta, pero sólo pudieron llegar cinco vírgenes prudentes, ¡Aleluya!"

¡Qué increíble que haya tanta gente que ocupa la Biblia y no habla de ésta! Estoy también muy molesta, porque hay algunos que me estudian para saber si Adán tenía ombligo. O si el diablo era director de alabanzas o diácono en el cielo. ¡A quién le importa si el chupacabras iba en el Arca de Noé! Algunas iglesias se han dividido por culpa de estos supuestos "descubrimientos". Un día salió un tipo que aseguraba que Dios era del Colo-Colo porque estaba escrito que Dios amó a Jacob y aborreció a esa U. Otro metió una Biblia en agua con detergente, porque quería aLABAR a Dios...

Así podría estar todo un día contándoles cómo algunos se han vacunado en contra del evangelio, por culpa de otros que se empecinan en buscar algún mandamiento que prohíba el "chicle" u otros que no descansan en afirmar que hay un versículo que exige la patilla a ciertos centímetros de la oreja, o por último, encontrar un texto que afirme cuál es el nudo de la corbata elegido por Dios.

Por eso hoy me dirijo a todos ustedes, mis amigos y amigas que me leen día a día. Yo no soy un amuleto de buena suerte ni un libro cabalístico, ni menos un catálogo para responder estupideces. Soy lo que Dios ha dejado en sus manos para poder conocerle, por eso no basta con leerme ni entenderme, además es necesario vivirme.

Por eso, no sirve de nada ser sólo un gran pastor de "conferencias" y hablar de misión, cuando únicamente conoce los pisos alfombrados de un auditorio y las cámaras de televisión, dejando en el olvido el polvo de las calles de tierra.

Hoy se habla mucho del éxito, de las mega iglesias y se llenan las butacas de los templos cuando se imparten "principios revelados" . Pero si se habla de misericordia, acción social y piedad, no alcanzan los asientos ni para un puñado de gente. Esto se debe a que hoy los humanos se han casado con el éxito, al estilo del "sueño americano" que incluso ha pisado los púlpitos de la Iglesia, vestida con otro traje.

Quiero decirles que me lean con un corazón que no busque el elogio ni la fama ni los aplausos. Cuando lo logren, no verán solamente en mis páginas las posibilidades para que llenar sus propios bolsillos o sus ansias de ser los primeros. Al contrario, podrán observar a un Dios que es el Padre de los huérfanos, protector de las viudas y defensor de los oprimidos. Sólo en ese momento vendrán a sus mentes los rostros de los niñitos pobres que se cuelgan de ti, para arrancar un pedacito de cariño, ya que en sus casa no lo reciben. Verán la sonrisa de una abuelita abandonada en un asilo, las lágrimas de un inmigrante discriminado en otro país. Podrán ver a aquel humilde rabino de Galilea que les desafía y dice: " Id y sed mis testigos".

¡Aprende Geometría!

Un cuento de Fredric Brown


Henry miró el reloj, a las dos de la mañana cerró el libro desesperado.
Seguramente lo suspenderían al día siguiente.

Cuanto más estudiaba geometría, menos la comprendía. Había fracasado ya
dos veces. Con seguridad lo echarían de la Universidad.

Sólo un milagro podía salvarlo. Se enderezó. ¿Un milagro? ¿Por qué no?
Siempre se había interesado por la magia. Tenía libros. Había
encontrado instrucciones muy sencillas para llamar a los demonios y
someterlos a su voluntad. Nunca había probado. Y aquel era el momento
o nunca.

Tomó de la estantería su mejor obra de magia negra. Era sencillo.
Algunas fórmulas. Ponerse a cubierto en un pentágono. Llega el demonio,
no puede hacernos nada y se obtiene lo que se desea. ¡El triunfo es vuestro!

Despejó el piso retirando los muebles contra las paredes. Luego dibujó
en el suelo, con tiza, el pentágono protector. Por fin pronunció los
encantamientos.

El demonio era verdaderamente horrible, pero Henry se armó de coraje.

- Siempre he sido un inútil en geometría - comenzó...
­- ¡A mí me lo cuentas! - replicó el demonio, riendo burlonamente.

Y cruzó, para devorar a Henry, las líneas del hexágono que aquel
idiota había dibujado en vez del pentágono.

Carta de final de curso

Queridos papá y mamá:

Desde que me fui al colegio he descuidado el escribiros y lamento mi desconsideración por no haberlo hecho antes. Ahora os pondré al corriente, pero antes sentaos. No leáis nada más, a menos que estéis sentados.

               ¿De  acuerdo? Bueno, pues me encuentro bien ahora. La fractura de cráneo y la conmoción que me produjo la caída al saltar desde la ventana de mi dormitorio, cuando este se incendió, a poco de llegar aquí, se han curado perfectamente. 

                Pasé sólo quince días en el hospital y ahora veo casi con  normalidad y sólo me afecta el dolor de cabeza una vez al día. Por fortuna,  el incendio en el dormitorio y mi salto por la ventana fueron presenciados por un empleado de la gasolinera cercana, que avisó a los bomberos y a la ambulancia. Después me vino a visitar al hospital y como yo no tenía sitio donde vivir, a causa del incendio, él fue tan amable que me invitó a compartir su vivienda. Realmente se trata de un sótano, pero es muy cuco. 

El es un muchacho excelente y nos enamoramos como locos, por lo que pensamos  casarnos. Aún no sabemos la fecha exacta, pero podrá ser antes de que se  note mi embarazo. Sí, papás, estoy embarazada. Me consta lo mucho que os complacerá ser abuelos y estoy segura que recibiréis bien al bebé, dándole el mismo cariño, afecto y cuidados que tuvisteis conmigo cuando era pequeña. 

La causa del retraso en nuestra boda se debe a una ligera infección que padece mi novio y nos ha impedido pasar las pruebas hematológicas prematrimoniales, y que yo, descuidadamente, me he contagiado de él. Estoy segura de que lo recibiréis en nuestra familia con los brazos abiertos. El es cariñoso, y aunque no muy educado, tiene ambición. Su raza y religión son distintas de la nuestra, pero se que vuestra tolerancia, frecuentemente expresada, no os permitirá enfadaros por esto.

Ahora que ya estáis al corriente de todo, quiero deciros que no se incendió mi dormitorio, no tuve fractura ni conmoción de cráneo, ni fui al hospital, no estoy embarazada, no tengo novio, no sufro ninguna infección y no hay  ningún muchacho en mi vida. Sin embargo, he sacado un suspenso en Historia y un aprobado en Ciencias, y quiero que veáis estas notas en su perspectiva  adecuada.

Vuestra hija que os quiere.. Sufricia

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