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Discipulado - Nº 1 - Junio 2000

  "En esto conocerán
   todos que sois
   mis discípulos,
   en que os amáis
   unos a otros."

                
Juan 13, 35
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Ser
discípulo
hoy

José Luis Graus
josete@bch.navegalia.com

A punto de comenzar milenio, en un mundo donde el mal hace ruido y daño, en un mundo donde el bien debe multiplicarse por mil para ser hoy. En este mundo y en este tiempo, seguimos recibiendo la llamada de un Dios amoroso a seguir a su Hijo impulsados por el Espíritu.
        Recibimos la llamada a ser discípulos hoy, aquí y ahora. Pero ¿Cómo?, ¿Cómo seguir hoy a Jesús?.
        Pretendemos con estas líneas generar pregunta en el corazón del creyente, más que dar respuestas pautadas sobre el discipulado hoy.
        Es difícil pensar en ser discípulo de Jesús y no mirarle a los ojos y preguntarle a Él, ¿Cómo puedo seguirte hoy?. ¿Cómo puedo andar por los caminos, sin tener dónde reclinar la cabeza?, ¿Cómo puedo hacerme hermano de los que más sufren, de los que momento a momento son excluidos, de aquellos a los que nadie quiere?, ¿Cómo puedo enfrentarme al poder establecido, civil o religioso, que humilla y destruye a la persona humana?, ¿Cómo entrar en los templos de hoy, en todos los templos de hoy y denunciar que son cuevas de ladrones que sólo piensan en el dinero, o en el poder?, ¿Cómo aprender a llamar a Dios, papá?, ¿Cómo transmitir que Dios es papá/mamá?, ¿Cómo asumir que el trono de Jesús es la Cruz, que su corona real es de espinas?, ¿Cómo ser testigo resucitado del Resucitado?...

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Es difícil pensar en ser discípulo de Jesús y no mirarle a los ojos y preguntarle a Él, ¿cómo puedo seguirte hoy?
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        Infinidad de interrogantes surgen en el corazón del creyente, infinidad de interrogantes de respuesta complicada, en cualquier caso la respuesta difícilmente vendrá desde la mera intelectualidad, es fundamental que el corazón ocupe su lugar. Porque el discípulo lo es porque opta con su corazón "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón..."

        Pero el discípulo del nuevo milenio, y también del viejo ha descubierto que seguir a Jesús individualmente es tarea ardua y difícil, que el soplo del espíritu impulsa a ejercer el discipulado en comunidad de hermanas y hermanos. Hoy urge más que nunca poder transmitir un testimonio de fraternidad/sororidad, y que mejor testimonio que el de aquellos que se saben y sienten amados incondicionalmente por un Dios padre/madre que "todo lo puede en quien nada puede..."
        Por tanto entendemos que el mejor modo de ir buscando respuestas a las preguntas anteriormente planteadas, es sin duda desde le seno de la comunidad de hermanas y hermanos que se reúnen en un esfuerzo común.
        Creemos también que hay otra clave fundamental a la hora de buscar respuestas sobre nuestra forma actual de vivir el discipulado:          colocar en el centro de nuestra existencia aquellos a quienes Jesús colocó en el centro de la suya. Pobres, marginados, excluidos, están en el mismo corazón de Dios "lo que hicisteis con uno de estos, a mi me lo hicisteis..."
        Los pobres son sacramento actual y vigente de la presencia de un Dios que se ha entregado por nosotros. Desde esta óptica a la hora de reflexionar sobre nuestro modo de ser discípulos deberíamos ver por dónde andan las personas que viven pobreza. Si andan lejos, deberíamos revisar nuestra vida cotidiana.
        Ahora bien, colocar a los pobres en el mismo centro que se encuentra Jesús, supone que como personas que son, no podemos manipularlas, haciéndolas objeto de nuestra caridad, sino que debemos luchar para que sean sujetos de su propia historia y desde ahí recuperen la dignidad que les ha sido arrebatada.
        Por tanto ser discípulo hoy nos supone capaces de generar preguntas sobre el devenir de nuestra existencia en confrontación con la existencia de Cristo el Señor, haciendo un camino común con el resto de hermanas y hermanos, reconociendo que sólo Dios y los pobres pueden ocupar el centro de nuestra existencia.
        Un reto que sólo podremos correr si estamos abiertos a los impulsos del Espíritu que XX siglos después sigue aleteando en las inmediaciones de la periferia social.
        Continuaremos hablando en el próximo número...

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