Pastoral
Juvenil: de la indoctrinación Rafael Castellano Pamiza Desde el Concilio Vaticano II se redescubre la dimensión cristológica ( seguimiento de Jesús ) y eclesiológica ( comunión, comunidad de comunidades ) y se aplican principios antropológicos ( comunicación significativa, participación en lo que ocurre ): la praxis pastoral y la realidad que se vive se empiezan a considerar la fuente de las directrices pastorales. Además la referencia a la teología dogmática se hace para asumir en la fe una lectura global de la realidad y para inducir unos principios de acción. Estamos en una manera muy distinta de pensar y de actuar. Se pasa del imponer al proponer, de los conceptos a la experiencia, de la obediencia a la participación. Se pasa de explicar conceptos medievales difícilmente traducibles a experimentar la salvación cristiana en situaciones concretas de la vida. La profunda renovación que desde el Concilio Vaticano II ha tenido la pastoral de la Iglesia tiene unos elementos muy claros: 1. Se considera que la actuación pastoral de la Iglesia es la actuación del proyecto de salvación de Dios, aquí y ahora. Llamamos a esto encarnación. Esto nos permite una afirmación muy realista y muy cristiana: se ofrece y se cultiva la salvación cristiana como un don de Dios que se convierte en tarea y , por tanto, se aparece, a través de personas muy concretas, en sentido a la vida de aquellos que viven una situación de no salvación en su vida cotidiana. Bien podemos llamar a esto evangelización: testimoniar lo de Jesús en los creyentes y en el mundo conviviendo con los hombres. 2. Además se tiene muy claro la relación que hay entre comunidad eclesial y salvación: la Iglesia es sacramento universal de salvación, o sea manifestación histórica, palpable, cercana y entendible de que la salvación ya ha empezado y los creyentes estamos en ello y manos a la obra porque todavía no ha terminado. Los creyentes debemos ayudar a los hombres a encontrar y vivir su proceso personal de salvación en comunión con los cristianos y los demás seres humanos. Podemos afirmar que las situaciones de la vida son el lugar central de la acción pastoral. Se trataría de que en esas situaciones Dios adquiere un rostro humano para que aflore en el rostro del hombre el rostro divino. Y esto gracias no a tal o cual acción concreta y regulable... sino por el mismo hecho de la existencia de la Iglesia y, por tanto, de cristianos dentro de la historia. Se va más allá de las tradicionales Palabra-Comunión-Sacramentos, sin olvidarse de ellas, sin vaciarlas de contenido sino que precisamente de lo que se trata es que esa persona concreta, ese grupo humano concreto confronte la propia vida con el proyecto de Dios sobre el hombre que se llama Jesucristo. Pues bien, si las líneas de fuerza de la pastoral son esas, no otras pueden ser las de la pastoral juvenil. La única y gran misión de la Iglesia de la Iglesia asume la historicidad, el contexto sociocultural, las condiciones y las situaciones de los jóvenes. O sea, la pastoral de jóvenes se entiende como el servicio que la Iglesia ofrece a los jóvenes a través de gestos y acciones concretas para que los jóvenes, desde y en situación, vivan la salvación y participen la construcción de la propia Iglesia como sacramento universal de salvación. Podemos sintetizar diciendo que la pastoral juvenil es un momento de autorrealización de la Iglesia siempre que sea un servicio apostólico de la comunidad eclesial a la maduración humana y cristiana de los jóvenes. Estamos bien lejos de los catecismos tradicionales. Y la articulación de esta pastoral da lugar a un proyecto de pastoral: una serie de opciones teológicas y metodológicas que describen el objetivo y las orientaciones generales de la pastoral. Recuérdese que en la Iglesia hay diferentes proyectos pastorales: bien claro lo dejó Evangelii Nuntiandi. En los próximos números tendremos más espacio para hablar de los acentos de los diferentes proyectos o modelos de pastoral, de la relación entre madurez humana y madurez cristiana, de la personalización de la fe, de la complementariedad entre pastoral juvenil y ciencias humanas, de lo que se puede hacer con los preadolescentes y adolescentes - Señor, Señor, qué edad ! - , sobre la integración fe y vida sobre la identidad de los Agentes de Pastoral Juvenil.. etcétera, etcétera... Basten estas líneas para ir animando el diálogo. Que el Señor nos siga bendiciendo a todos y nos dé fuerza, coherencia y paciencia. ........................................................................................... Para sonreir al final del curso... Jesús en 3º de Educación Secundaria En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña y, sentándose en una gran piedra, dejó que sus discípulos y seguidores se acercaran. Tomando la palabra, les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos, bienaventurados los que... Entonces, Pedro le interrumpió: ¿Esto hay que aprendérselo de memoria? Y, luego, Andrés, ¿quieres que lo escribamos? Y Santiago: ¿Hay que examinarse de esto? Y Felipe, dice: No tengo papiro. Y Bartolomé dijo: ¿Te lo tenemos que entregar? Y Juan, ¿Puedo ir al servicio? Y Judas, ¿Y esto, para qué sirve? Entonces, uno de los fariseos presentes, que nunca había enseñado, le pidió la Programación a Jesús. Ante el desconcierto del Maestro, le inquirió: ¿Cuál es tu nivel de competencia curricular? ¿Cómo atiendes a la diversidad? ¿Cómo has diseñado la atención diferenciada a la motivación de palestinos y gentiles? ¿Qué significatividad tiene el material de aprendizaje que usas? A Jesús se le llenaron los ojos de lágrimas y, elevándolos al cielo, pidió al Padre la jubilación anticipada. |
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